sábado, 26 de marzo de 2016

Conciencia... que llegas para no irte

Y falta de conciencia, que te vas para no volver.

Es precioso y duro a la vez ganas en conciencia, en saber qué quieres y qué no, en claridad y foco.
Porque si tienes conciencia de lo que tienes que resolver y no lo haces, lo estás decidiendo tú, la responsabilidad es tuya. Y si cambias el cambio hay que transitarlo.

Si has llegado a comprenderlo, lo siento, eres desde este momento responsable y toca estar bien despierta/o. Porque tu alma ya no se va a conformar con estar donde está y menos con volver hacia atrás. Y no es fácil, lo reconozco, sobre todo al inicio de los cambios... y antes de vencer las resistencias que nos marcamos en muchas ocasiones al cambio.

Cada persona tiene sus tiempos necesarios pero una cosa quede clara...siempre es tu decisión incluso tu ritmo.
Para esos casos que las heridas están cicatrizando, la conciencia está alcanzada, sinceramente, si sigues actuando en contra de tus "tripas" por desidia o vaguería, es TU decisión. No busques echar balones fuera. Toca hacer, espabilar, dar pasitos, pasazos o simplemente avanzar.
  • Para adelgazar hay que pasar un poco de hambre, no comer cosas que te puedan venir mal y hacer ejercicio. Lo mires como lo mires.
  • Para salir arreglada a la calle, complicado en cinco minutos, ellos incluidos, si se afeitan.
  • Para tener la espalda fuerte, hay que ir a nadar, es que es lo que hay.
  • ¿Rutinas? Es ponerse un día, y el siguiente, y ese que no te apetece nada, sí ese también, y al otro.
Y abraza la conciencia. Lo que sientes que es para ti. Lo que quieres cambiar. Porque está ahí para ti.

Un beeeeeeeeeeeeeeso inmenso.

Bea